Por Victoria Mejia Chantré
Después de observar la manera en que personas se adhieren a manifestaciones anti tapabocas, como si de moscas volando alrededor de las heces se tratara, me pregunté ¿Qué sorpresas nos aguardará el séptimo arte cuando entremos en la superación del covid-19? Ya podemos imaginar que se explotará la típica trama de los agentes secretos rescatando a la única mujer con el antígeno clave para el desarrollo de la vacuna o quizás el argumento post apocalíptico donde se disputan el uso de oxigeno; pero ¿ cómo sería una película que se inspire exclusivamente en todos esos trogloditas que en estos momentos están entorpeciendo la contención del virus con sus actitudes infantiles de escepticismo hacia la ciencia y de arraigo a las teorías conspirativas?
Para empezar a construir una respuesta a este interrogante realicé una encuesta en Twitter sobre cuál sería la mejor clasificación de una película cuya trama gire alrededor de los anti tapabocas y magufos defensores de la pseudociencia, y me encuentro con que la mayoría concuerda en el género Comedia, otra porción se inclina por el género de terror y finalmente la menor parte de los encuestados decide clasificarla en el género de la fantasía, sin embargo veamos algunas consideraciones de acuerdo a las acciones que han emprendido estos grupos en los últimos meses.
La fantasía en el cine y la literatura consiste en una alteración de la realidad física pero con un sentido artístico y revolucionario, dos aspectos que definitivamente no van acordes a la deshonestidad intelectual, la ordinariez y ridiculez de los anti tapabocas cuya cabeza de chorlito está más inundada de invenciones que la mente de un drogadicto. Por otra parte la realización de un filme de comedia sería posible pero con lo más bajo del humor negro quizás dejando como moraleja que detrás de las teorías estúpidas que parecen inofensivas se encuentra la mismísima muerte.
Ahora imaginemos una película de terror donde los antagonistas sean los anti tapabocas, no cabría duda de que serían los responsables de la muerte de muchas personas, nada alejado de la realidad. Estos personajes por separado no tienen la suficiente fuerza ni astucia como para representar un peligro como sí lo son los icónicos personajes de Jason y Freddy Krueger, separadamente son objeto de risa y en ese sentido si le hallo la razón a quienes votaron por el género de comedia, sin embargo juntos son una plaga inmunda comparable con los zombis.
Si nos fijamos, las similitudes de los anti tapabocas con los zombis son impresionantes, salvo que los primeros, en buena parte, son difíciles de detectar por su condición de asintomáticos al coronavirus, en ambos casos la ausencia de raciocinio predomina y les dificulta aterrizar en la realidad por lo que son propensos a tomar decisiones que atentan contra la vida de los demás, asimismo la voracidad de los anti tapabocas no es por los cerebros como los zombis sino por fragmentos de ideas científicas que articulan pésimamente para justificarse, trazar teorías absurdas y así expandirse en número a través de rumores y redes sociales.
Adicionalmente ¿A quién no le generaría terror tener que sobrevivir a un virus conviviendo con una caterva de mequetrefes que obstaculizan todo esfuerzo por minimizar los riesgos de contagio del coronavirus y que encima lo propagan? La trama está clara, el antagonista de la película no es el virus en sí, son los petulantes que expectoran sin tapabocas en lugares donde muchos estamos obligados a pasar y se hurgan la nariz antes de tocar alimentos y artículos de los supermercados, estos personajes hacen lo posible para que mantener la salud sea más difícil para todos, esto a raíz de sus imaginarios delirantes de conspiraciones y su ilusión de creerse conocedores de medicina a partir de pseudociencias patéticas, reluciendo además su incapacidad de sentirse imbéciles al asegurar que los tapabocas y las vacunas son herramientas de sometimiento del “nuevo orden mundial”.
Aquí dejo estos nuevos tópicos esperando que sirvan de inspiración para futuros estrenos en el cine de terror, nada mejor que untarse de realidad para proponerse tratar de superarla con ficción terrorífica.
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